Mi mision

"...Quizás deberiamos pasar más tiempo arrodillados ante los demás, olvidar nuestros altares de papel por un buen rato, solo contemplar, verás al cambiar fisicamente tu perspectiva de todos y todo, no solo los enalteces en visión sino también en esencia, es increible como ves la grandeza de todos al inclinarte entonces al ver su grandeza se activa en tu corazón aquello que se le suele llamar amor que no es más que ver el todo en todo, el universo en un solo ser..."

domingo, 10 de diciembre de 2017

Yo bordeline

Historia de como uno descubre su peor enemigo...Parte 1

Uno no sabe el nombre de su enemigo hasta más adelante, ahí te lo presentan hasta con apellido, antes solo es una maña, una rabieta, y uno siente con tanta intensidad, la emoción es física, todo tu cuerpo reacciona, todo  tu cuerpo se ve envuelto.
Mi vida siempre fue prácticamente normal, no sufri grandes enfermedades, es solo que  siempre recuerdo un vacio, al mirar hacia atrás, una soledad, unos brazos que buscaban consuelo, y un anhelo de ser amada nunca saciado.
Comencé desde bien niña a pololear, siempre había un niño que me gustaba, siempre un sueño pendiente, siempre un ideal a alcanzar, enamoradiza, buscaba cariño, era complaciente, era cariñosa con ellos.
A mi primer pololo me costo demostrarle afecto, era un terror enorme, el de sentirme vacia de dar tanto, quedarme con los brazos vacios, quedarme sin nada de vuelta, pero algo paso y sobrelleve el miedo, pero me quede en la otra vereda, esperando la reciprocidad, el amor de vuelta.
Primera visita al psicólogo, había ido por celosa, una vez enamorada, sentir terror de perderlo, dejar de ser única, especial, perder el amor, desconfianza, celos, control, todo eso termino con mi primer relación casi 3 años, y una depresión a los 16 años, plena adolescencia, etapa para conocerse a si mismo y queremos, yo lo tenia claro, quería amor.
La depresión encontró un nicho perfecto donde refugiarse, allí la tristeza y vacio crónica son indispensables, una adolescente gotica más en concepción, escribia y tocaba el violin, un semblante palido, muy delgada, hermosa, aquí la tristeza es ley, de repente alguien tan triste como yo, tan perdido, tan bello, tan sensible, un flechazo, de casi 5 años, adornados nuevamente de celos, desconfianza, temor y control, sumado a esto una depresión.

Un suspiro breve, abandonado el negro, cambiado por colores vistosos y la lluvia por los bosques, la soledad por un conjunto de personas amorosas, el amor era la ley, el amor y amarse, afecto a unos y otros, ser vegetriana, raparse, botar lo negativo, transmutar, mantras e incienso, el paraíso en la tierra, sanación, perdón, pero a veces solo a veces, ese vacio punzante, ese nudo en la garganta, al ver una pareja feliz, una familia feliz, alguien que te cuide, alguien  que este para ti, me hacia encapricharme, y soñar con cualquiera que cumpliera un minimo de requisitos, y obsesionarme con todo lo relacionado con el y armar una vida imaginaria.