Mi mision

"...Quizás deberiamos pasar más tiempo arrodillados ante los demás, olvidar nuestros altares de papel por un buen rato, solo contemplar, verás al cambiar fisicamente tu perspectiva de todos y todo, no solo los enalteces en visión sino también en esencia, es increible como ves la grandeza de todos al inclinarte entonces al ver su grandeza se activa en tu corazón aquello que se le suele llamar amor que no es más que ver el todo en todo, el universo en un solo ser..."

sábado, 30 de marzo de 2013

Ella



A veces ella vuelve a surgir, maliciosa pero sobre todo triste
 La frialdad de sus dedos de hielo tocan mi espalda, temo
Se agarra de mi cabello
Así  crece, como raíces de árboles antiguos, y desdeñados, ya está aquí,
Así ella deja su huella, palideciendo mi piel
Su sombra me invade, se cuela entre la oscuridad de mis pensamientos
Me recuerda el vacío que solía sentir,
Me recuerda el trabajo que es ser feliz
Se arrastra por mis ojos,  creando mares en ellos,
 Tejiendo calamidades en mi mente balbuceando burlescamente acerca de mi hoy ficticio
Me asfixia, me daña, me hace derramar sangre, tiñendo las paredes me atrapa
Se abraza a lo que no tengo, a lo que quiero tan solo para restregarlo en mi rostro por un momento, mientras se apasiona con mi pasado,
Envolviendo con sus garras mi cuello a segundos de quebrarse, a segundos de partir, casi el Adiós
Entonces desaparece, y volviendo al piso, me recupero
Ella con su velo tupido de telarañas, ataviada en negruzco y carmesí me mira contrariada
Abandonando la habitación bajo la impávida estela de la madre, que solo observa
Cesgala te vas una vez más…

Bastaste Tu



¿Me habrás salvado del peso de mi conciencia, ante el efímero deseo?
¿Tendrá un sentido real el que tu recuerdo halla sido el impulso a mi negación
O tan solo la excusa que mi mente necesitaba para movilizar mi huida?
Dime, espero tus respuestas, desde siempre
 Veras el caso es que
Me haces negarme al deseo, te confieso
 Pesaba tu nombre, pesaba más él entre las sabanas que la consumación de mi placer
Dolían más las caminatas y los besos que aún no nacen que lo negado
Pesaba tu presencia a mi lado, pesaba mi presencia más viva que antes,
Pues he estado limpiando el camino, el sendero que recorrerás,
Todo este tiempo lo he adornado con las más bellas flores que recogí en las montañas y en los ríos, y son para ti.
 Quizás temía tan solo a tu juicio, tu doctrina, tus normas, barrera
 Pero me salvaste, como sea me salvaste,
Porque vi tu sonrisa y sonreí aún en los brazos de alguien más eso basto...

Lo Prohibido



La oscuridad se hizo dorada en tu recuerdo, esta noche
En la remembranza de lo que no fue, y no será
En tu piel que me llamaba, viví
En mi piel que la deseaba, me arrepentía
Volviéndose lava  ¿no viste?, ¿no sentiste?
Temblé y temblando, a pulso logré callar mi cuerpo, lanzar lejos el gritó de la carne
La ansiedad de mis entrañas que al igual que brasas escondían un calor infernal
Cuanta sangre a costado lidiar esa batalla, como enfriar el deseo que despertaste, enfriar mis ansias de ser poseída
Mientras las huellas de tus manos despertaban el caudal de mi humedad
Deseaba no desearte,  deseaba no ser deseada
Mas
La chispa reavivada ante la tibia brisa marina, su deleite, casi me consume
Casi abandono el cuerpo y el juramento en tus brazos
Así  a un peldaño de la hoguera
Mi redención
Pues en  mi alma pesaba el pacto pasado con una ilusión que como tambor impertinente en mi sien rogaba tu partida
Y rogando tu partida, ya extrañaba el sentir
Vete con tu deseo,
Con mi ardor secreto.