"Vivimos" alucinando embobados dependientes de un potente fármaco llamado superficialidad, nuestro cuerpo lo pide, lo clama
no miramos más allá de nuestras manos, nuestros preceptos, nuestras leyes que buscaban el orden, nos dejan el caos, condenados por nuestras creaciones
No vemos, no sentimos, ni reflexionamos, no nos damos a la tarea de observar todas las posibilidades, la respuesta más "correcta" más conveniente es un candado en la punta de nuestra lengua, un arma de doble filo, siempre atentos a solo una cara de la moneda, así estamos hechos, nuestra mente nos "ahorra el trabajo", y nuestra cultura su fiel cómplice, su amante, la llave y la cerradura, otorga el prototipo de "humanidad" correcto a seguir...
Al final no se trata de devorar un sinfín de libros y textos, recomendar autores y memorizarlos, si sirve, puede ser una guía, pero actuando en el afuera, solo lima la superficie, solo decora y hace habitable el ambiente, de nada sirve sin un trabajo arduo, y el trabajo es constante y en todo lugar, y no requiere de retiros y largas meditaciones en lejanas tierras, debe darse en cualquier lugar, eso es lo complicado, que es muy fácil, y que solo depende de nosotros...
Mi mision
"...Quizás deberiamos pasar más tiempo arrodillados ante los demás, olvidar nuestros altares de papel por un buen rato, solo contemplar, verás al cambiar fisicamente tu perspectiva de todos y todo, no solo los enalteces en visión sino también en esencia, es increible como ves la grandeza de todos al inclinarte entonces al ver su grandeza se activa en tu corazón aquello que se le suele llamar amor que no es más que ver el todo en todo, el universo en un solo ser..."
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