La Isla se pierde en la niebla consumida en grisáceos tonos, un pueblo fantasma, me pareciera, a la distancia temida y extraña, como si hubiera sido producto de un sueño, ya no existe, he despertado, y una caricia de melancolía me recorre, a la vez que el alivio, como el ya estar a salvo del trozo de tierra arrojado al mar, en donde la vida es vida, el verde se manifiesta en toda su expresión, bosques exhuberantes bajo la lluvia que finalizan en el mar eterno, ya le extraño, extraño alzar la vista y sentirme llena de naturaleza,conectada con el universo todo, en un rincón suspendida sobre el agua, mientras estas danzan bajo mis pies cargadas de leyendas y de magia...
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