En la guarida vuelvo a relamer mis heridas, no estoy sola,
una sonrisa me despabila de noche, una respiración me jala hacia arriba, intento
planear estrategias que espero no me lleven a ninguna parte más que tus brazos,
y yo sé que se olvida, que el tiempo pasa y las heridas cicatrizan,
“no estábamos bien, pero al menos estábamos juntos los tres”
creo fue algo de lo que dijiste, en parte si tenias razón, éramos los tres,
nuestro tiempo, nuestro batido en la mañana apurados, a veces un abrazo, saber
que te vería subiendo por la escalera al almuerzo, llegar a casa y verte jugar
con nuestro hijo, los sábados, los desayunos en la cama, es poco para ser
feliz, pero yo lo era y creía y creo aún que se puede hacer más, si yo sé es lo
bueno lo que recuerdo, pero es lo único que hoy me importa, teníamos problemas
pero nos teníamos el uno al otro.
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