Entonces paradisiaca visión te vi
Eras el hogar de las puertas anchas,
La estancia del forastero
La estancia del forastero
En tu reino de perfección, aguardabas por mi
Así mi espalda sintió el descanso, en la fortaleza y
suavidad de tu regazo,
Entre las historias que acumula tu piel
siendo las sombras que proyectabas, mi deleite
Y así siendo ajeno al caos urbano
Los nutres, mi amo,
Tu imagen que vitaliza
Tu imagen que vitaliza
Tu respiro que acaricia
Fragmentos de paraíso en el huracán de cemento y polvo.

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