Me dispongo a vivir mi vida de manera que no duela
aquello que malsanamente me haga daño o una lágrima me pretenda provocar
no encontrará cobijo en mi.
le cierro la puerta.
que mi bandera o por lo menos carta de presentación sea mi sonrisa o una mirada serena
que todo como lo miras asi resuena.
que cada vez que se de la ocasión y la tierra me llame yo asista.
en el bosque o en el mar
si llueve o hay sol o tan solo necesite volver a lo esencial.
Me dispongo a vivir de una manera que no duela
a olvidar, a cerrar capítulos
a caminar aunque no siempre sepa donde llegar
que el camino solo se muestra cuando te atreves a arriesgar.
Pero antes que todo me comprometo
a pensar menos y sentir más
sentir por ejemplo el respirar mientras me inundo de divinidad.
Asi me dispongo a vivir de una manera que no duela
ni a mi ni a los demás
el resto se lo dejo a la sabia sincronicidad.
o mal llamada casualidad.
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