III
No apagues mi luz
no apagues mi luz cuando la humedad
de la tierra sea solo un recuerdo
y nada más que el cemento me toque
o de ruidos estridentes adornes mis
noches en lugar de la ligera sábana de relucientes estrellas.
no apagues mis luz cuando de
fruncidos entrecejos aglomeres mis caminos, mis dias
y las sonrisas se extingan como
marchitas por falta de amor.
No apagues mi luz
que el camino no siempre fue suave
sendero
por donde salir a pasear
que mis pies también conocieron una
que otra espina a cambio de un rozal
por eso no apagues mi luz que nunca
fue gratuita
dejala pequeña si quieres,
insignificante tal vez
me basta con lo suficiente
para leer las historias que aún no
escribo
pequeñita dejala
que no distraiga la atencion de nadie
pero déjala.
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