¿Me habrás salvado del peso de mi conciencia, ante el efímero
deseo?
¿Tendrá un sentido real el que tu recuerdo halla sido el impulso
a mi negación
O tan solo la excusa que mi mente necesitaba para movilizar
mi huida?
Dime, espero tus respuestas, desde siempre
Veras el caso es que
Me haces negarme al deseo, te confieso
Pesaba tu nombre,
pesaba más él entre las sabanas que la consumación de mi placer
Dolían más las caminatas y los besos que aún no nacen que lo
negado
Pesaba tu presencia a mi lado, pesaba mi presencia más viva
que antes,
Pues he estado limpiando el camino, el sendero que recorrerás,
Todo este tiempo lo he adornado con las más bellas flores
que recogí en las montañas y en los ríos, y son para ti.
Quizás temía tan solo
a tu juicio, tu doctrina, tus normas, barrera
Pero me salvaste,
como sea me salvaste,
Porque vi tu sonrisa y sonreí aún en los brazos de alguien más
eso basto...
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